Estamos en épocas donde la muerte y el misterio aparecen en cada conversación, para celebrar nuestra cultura y tradiciones, les presento las leyendas yucatecas más populares…
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Leyendas Yucatecas
Los Aluxes
Los aluxes son seres pequeños, creados antiguamente con barro virgen que debían dejarse en lugares ocultos para proteger. Los aluxes, tenían un vínculo muy fuerte con su creador. Una vez que eran elaborados, se les hacía oraciones y ofrendas para que cobraran vida.
Los aluxes tenían la particularidad de ser fieles con sus dueños y traviesos con sus desconocidos. Cuando las propiedades de los creadores originales pasaban en manos de otros propietarios, los aluxes se hacían visibles para asustar a los niños. Para complacerlos, los nuevos dueños tenían que regalarles comida, cigarrillos, miel o pozol.
En la actualidad, los aluxes todavía cuidan las tierras de los pueblos mayas. Algunos ejemplares originales se encuentran en los cenotes de Dzitnup y Samulá, cerca de Valladolid. Sin embargo, existe la creencia de que los aluxes salen al mundo como seres de luz. Pocas personas los ven porque son hábiles y ligeros como el viento. Si los sabes respetar, ellos protegerán de ti y cuidarán tus propiedades.

Imagen de www.en-yucatan.com.mx/
La Xtabay
Una leyenda que reconoce a dos hermanas de gran belleza. Una de ellas, conocida como la “pecadora”, y la otra como “la mujer buena”. La primera de ellas era despreciada porque se entregaba al amor, pero en realidad amaba a los enfermos y amparaba a los desprotegidos. La segunda era apreciada por el pueblo, pero en el interior era rígida e incapaz de amar a sus semejantes.
A la muerte de Xkeban (la pecadora), los enfermos fueron a verla. Su tumba estaba rodeada de flores hermosas llenas de color, y de aquel lugar se desprendían aromas tan agradables como perfumes llenos de vida. Después murió Utz-Colel (la mujer buena). Tan rápido como falleció, su cuerpo comenzó a desprender un olor fétido y las flores de su tumba marchitaron de pronto.
En la tumba de Xkeban brota una flor singular llamada Flor de Xtabentun, en virtud de la flor que embriaga dulcemente, como una vez lo hizo su amor y su pasión. Mientras que en la tumba de Utz-Colel brota la flor tzacam, un cactus con espinas que al tocarla es difícil punzarse.
Tan dura fue la muerte de Utz-Colel, que regresó en la eternidad para vengar la dulzura de su hermana. Para imitar a su hermana en vida, el alma de Utz-Colel ofrece amor mundano a los hombres, los cuales aguarda en las ceibas, peinando su larga cabellera con un trozo de tzacam, erizado de púas. Los atrae, pero al final los mata. Y es conocida como la Xtabay.

Ilustración de la artista Juana Alicia.
El Wáay chivo
Esta leyenda narra la historia de un viejo hechicero que tenía la habilidad de transformarse en un aterrador ente, mitad hombre, mitad chivo, después de haber vendido su alma al Kisín, expresión maya para referirse al diablo.
En los poblados del interior del estado es común escuchar diversas anécdotas sobre encuentros con esta entidad, se dice que si una persona se cruza en el mismo camino que él, debe desviar la mirada, de esta forma sentirá solamente un frío intenso y un mal olor, pero si lo mira, a las pocas horas presentará fiebres y malestares producto de “un mal aire”.
Se dice que el Wáay chivo se alimenta de las gallinas y el ganado de los pobladores y que habita en los más recónditos y oscuros lugares, como en los bosques y montes. Existe una muy conocida frase que advierte a todo caminante nocturno cuidarse de este ser amante de la oscuridad, pues de tener contacto con él su maldad se dejará caer.
Para que un brujo pueda obtener la habilidad de transformarse es necesario que realice un rito oscuro, en el que ofrezca precisamente un chivo, después de una serie de procedimientos, el brujo se convierte en mitad hombre, mitad animal, con esta forma sale a asustar y matar animales.
Hay quienes narran haberlo visto y haber sido afectados por él, sus experiencias son aterradoras, para buena suerte no son muchos quienes han logrado verlo, pero en lo que se comprueba o rechaza su existencia es mejor andar prevenido.

Imagen de aminoapps.com
La mestiza y la perra
En el pueblo de Valladolid, se dice que vivía una mestiza con un bebé y una perra. Era una mujer muy pobre y sola, sin nadie más en el mundo. Todos los días tenía que caminar a un lejano pozo para llenar sus cántaros.
Un día como cualquier otro, no pudo ir al pozo, pues su bebé no paraba de llorar. Estaba desesperada, todos sus intentos por callar al niño eran en vano. Presa de la angustia, se desquitó con la perra y empezó a gritarle – ¡Lo único que haces es estar echada si tan solo me ayudaras a dormir al niño! ¡pero ni para eso sirves! –, le reclamó al inocente animal.
Después del mal rato la mujer salió enojada de la casa rumbo al pozo, cuando venía de regreso a lo lejos empezó a escuchar una hermosa voz, entre más se acercaba se dio cuenta que la tierna y angelical voz venía de su casa. Al abrir la puerta se quedó congelada, la perra estaba parada en dos patas meciendo al bebé que descansaba en la hamaca y lo arrullaba para que no llorara, mientras le cantaba una dulce canción.
Los cántaros cayeron de sus manos, salía de ellos una cantidad de agua tan abundante que ni en el mismo pozo había visto brotar con tanta intensidad. El lugar se inundó, convirtiéndose en un ojo de agua, donde se dice que cualquiera que entre muere ahogado. Se dice también que en el fondo del agua clara puede verse a la mestiza, el niño y la perra.
Imagen de fotoviajexlalibre.blogspot.com
¿Qué te parecieron estás leyendas yucatecas? A mi me asustaban mucho de pequeña y hasta el día de hoy, debo admitir que me deja un poco nerviosa leerlas… cuéntame en los comentarios si falta alguna en la lista.
Leyendas extraídas de www.haciendatresrios.com / www.en-yucatan.com.mx / www.iik.com.mx
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